viernes, 29 de mayo de 2009

Panteras y Pumas. Historia de Patrullas.

Los recuerdos que tengo sobre mi paso por el grupo scout de Santiago son algo que ha ocupado en mi memoria un lugar privilegiado. Ya que, y seguramente, sin saberlo estábamos formando en esos años los que luego serian los pilares fundamentales de nuestra educación y formación en el carácter y lo que yo llamaría, principios y valores morales como ser humano. Como yo venia de una experiencia scout anterior en el grupo de la Iglesia Inmaculada concepción de Belgrano, (la iglesia redonda que esta frente a la plaza Belgrano) mi ingreso al grupo fue inmediato y con la enorme responsabilidad de guiar una patrulla.
Twetty y Mariano (los hermanos sean unidos)
Mis recuerdos en el grupo comienzan una mañana de sábado en la que con mucha ansiedad y expectativa recorrí las cuadras que en aquellos tiempos me separaban de la parroquia hasta llegar por la puerta que da a la casa parroquial al encuentro con Guillermo Codesido que luego seria el guía de la patrulla Panteras, Luis Zapiola y Carlos Leal, los que en ese momento iban a ser los encargados por el padre Zamboni, de la refundación del grupo. El que por intermedio de mi madre había sido quien insistió para que fuera esa mañana. Recuerdo que conversamos y recorrimos los lugares que en ese entonces serian los que estaban designados para nuestra actividad. Hoy se conservan el salón parroquial y el sótano debajo del escenario. Que se encontraba lleno de cosas viejas, muñecos de Santos que nos observaban, sillas maderas y una gran cantidad de cosas entre las que recuerdo especialmente unos altavoces de color gris, como unas cornetas, eran de chapa y tenían varias perforaciones que luego de preguntar Zamboni, supimos que eran producto del enojo de un vecino del barrio, al que le molestaba que se amplificaran las homilías de las misas del párroco de entonces. También recuerdo una chapa redonda que parecía haber sido la tapa de un tanque, pintada de blanco y toda llena de semillas de un árbol, las que se usaban para tirar con el rulero, formando una flor de lis con el nombre del grupo y la leyenda “Siempre listos”. También de esa gran limpieza que hubo que hacer surgió un palo torneado que luego paso a ser el primer bordón de la patrulla Pumas, junto con un banderín bordado y cosido por mi abuela, que tenia la cabeza de un puma y la leyenda Feroces y valientes, como lema de la patrulla. Con el tiempo el grupo se fue organizando, al principio éramos dos patrullas: Pumas y Pateras. Con el trascurso del tiempo se fueron sumando nuevos chicos y luego llegaron chicas, lo que le dio un nuevo aire al grupo. Ya que a partir de esto comenzaron los romances típicos de la adolescencia. No recuerdo exactamente la fecha, pero una mañana fuimos a jugar un partido de futbol con los chicos del grupo de la Iglesia de Santa Adela, no recuerdo quien gano, pero un tiempo después los chicos del grupo de Santa Adela y sus dirigentes, Lacho especialmente, se sumaron a nuestro grupo, con lo que el grupo dio un gran salto en importancia. La patrulla Pumas tenía como sub guía a Adrián Abeledo, no recuerdo los nombres de los patrulleros. Recuerdo muy especialmente un campamento distrital en la localidad entrerriana de Villa Guay, al que fuimos en tren y cruzamos el río Paraná en ferry. El dato curioso fue que se formo una sola patrulla en representación del grupo, que se decidió fuera la Panteras, con el guía de la Pumas y el sub guía de las panteras. Mariano Georgitsis. Primer Guía de Pumas (en la reapertura del grupo). Mayo 2009
Pumas y Panteras